Las semillas autoflorecientes son una variedad de cannabis que florece de manera espontánea al llegar a cierta edad sin depender del fotoperíodo. Aunque tienen una menor altura que las feminizadas normales fotodependientes, germinar semillas autoflorecientes tiene algunas ventajas porque son capaces de dar una cosecha más fácil y rápida.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el periodo vegetativo de una planta de cannabis de otra variedad puede prolongarse entre dos y tres meses, mientras que las semillas autoflorecientes solo necesitan ocho semanas lo que explica que se hayan vuelto tan populares. Pero, ¿qué más ventajas tienen? En I wanna grow te vamos a exponer a continuación algunos de los beneficios de germinar semillas autoflorecientes en lugar de otras variedades.
Ventajas de las semillas autoflorecientes respecto a las normales
- Van a dar cosecha durante todo el año: una ventaja de germinar semillas autoflorecientes es que estas no dependen del ciclo de luz, por lo que van a dar cosecha durante todo el año. Sin embargo, hay que tener en cuenta que su crecimiento sí está relacionado con los cambios estacionales y por eso, aunque las semillas autoflorecientes dan cosecha también en invierno, su rendimiento será mayor durante las épocas el año más cálidas por eso se recomienda cultivarlas de abril a octubre.
- Ofrecen mayor rendimiento en interior: las plantas de cannabis obtenidas de semillas autoflorecientes ofrecen una producción constante con un rendimiento normalmente menor que el de las feminizadas normales, pero la producción anual puede ser mayor porque, al ser más rápidas, producen más cosechas.
- Son ideales para espacios reducidos: el tamaño de una planta de cannabis de este tipo no suele superar los 120 centímetros de altura, lo que la convierte en la opción ideal para quienes optan por cultivar en el balcón o necesitan organizar el espacio de cultivo de manera eficiente.
- Son muy resistentes: las semillas autoflorecientes pueden soportar mejor las plagas, las infecciones y el frío (siempre y cuando las temperaturas no sean extremas o haya nieve). Esto se debe a su cruce con Rudelaris, una planta de marihuana silvestre originaria de Siberia, Norte de Rusia y China, acostumbrada a soportar condiciones climáticas extremas y a florecer con mayores carencias lumínicas.
- Se pueden cultivar en interior y exterior: si son de cultivo de interior solo requieren luz constante 18/6 y, si la idea es tenerlas a la intemperie, no requieren cuidados específicos respecto a la luz solo requieren que se preste atención al abono o al pH del agua, al igual que cualquier otra cepa normal.
- Son una cepa perfecta para principiantes: por todo lo anterior, las semillas autoflorecientes son una excelente alternativa para quienes se inician en el cultivo de cannabis, ya que requiere menos cuidados que las plantas fotodependientes y los resultados se pueden ver antes.
Antes de germinar aségura de tener las mejores semillas.
Cómo germinar semillas autoflorecientes paso a paso
Antes de explicar cómo germinar semillas autoflorecientes, es importante aclarar que todas las semillas de maría germinan igual, independientemente de si son autoflorecientes o no.
Si te estás iniciando en el cultivo de cannabis, debes saber que existen varios métodos de germinación y todos ellos implican unos cuidados mínimos para poder obtener una un resultado satisfactorio, sin contar con que cada uno tiene sus pros y sus contras. En I wanna grow vamos a explicarte paso a paso uno de los más populares, el método de germinación con Jiffys. Para otros métodos consulta este otro manual «Como germinar semilas de marihuana»
1. Lo primero que tienes que hacer es sumergir tantos Jiffys como semillas a plantar en agua con una EC de 0.4 a 0.6 y un PH sobre el 6 (no indispensable).
2. Después de unos quince minutos, el Jiffy se habrá inflado y tienes que sacarlo del agua. Es importante apretarlo un poco para eliminar el exceso de la misma que pudiesen contener, pero no te excedas porque no hay que dejarlos secos.
3. Planta ahora la semilla con la punta hacia abajo y a una profundidad de entre dos y cinco milímetros. A continuación, organiza los Jiffys en una bandeja o similar en un lugar donde no le dé el sol directo o una luz artificial de cultivo. Es conveniente que sea un lugar oscuro, pero si le da un poco la luz a través de una ventana o de una luz doméstica, no pasa nada.
4. Para garantizar que tu planta germina, es importante revisar diariamente los niveles de agua: los Jiffys no pueden estar secos, pero tampoco excesivamente húmedos. Para agregar agua, basta con rociarlos con un pulverizador.
5. Las plantas tardan en germinar entre tres y catorce días y hay que estar muy pendientes de ellas cuando llegue este momento, ya que el siguiente paso es trasladarla a una maceta.
6. Llegado este momento lo único que hay que hacer es poner sustrato en un tiesto y regarlo de manera uniforme con una regadera o similar. Una vez que esté listo, solo hay que hacer un agujero en medio, colocar ahí el Jiffy y cubrirlo con la turba con cuidado de no tapar las hojitas de la nueva planta.
7. Ahora que ya la tienes lista, ten en cuenta que las macetas deben recibir luz, bien sea del sol o de un foco de interior. En ambos casos, durante los primeros días de vida de la planta, la incidencia de la misma no puede ser directa ni muy fuerte. Si vas a usar un foco, es importante alejarlo un poco de la planta los primeros tres días; después de eso ya lo puedes acercar tanto como sea posible evitando quemarla. Si vas a cultivar en exterior, al principio no las expongas durante todo el día al sol, sino que tienes que ir acostumbrándolas de forma gradual.