Uno de los errores más comunes en el cultivo de cannabis es no saber distinguir una planta de marihuana macho de una hembra y conocer esta información es vital para tener un cultivo exitoso. Si estás tratando de resolver las dudas que tienes relacionadas con esta cuestión, ya no tienes de qué preocuparte porque en I Wanna Grow te vamos a ayudar.
Diferencia entre una planta de maría macho y una hembra
Lo primero que hay que saber es que las plantas de cannabis pueden ser hembra, macho o hermafrodita y se obtienen de tres tipos de semillas diferentes: las semillas feminizadas normales, también conocidas como fotodependientes, las autoflorecientes feminizadas y las semillas regulares.
Las semillas feminizadas normales y la mayoría de las autoflorecientes generan plantas hembra que son las que producen los cogollos, de ahí que sean las más preciadas. Las semillas regulares, por su parte, pueden generar plantas en una proporción cercana al 50% macho y 50% hembra y, si bien las plantas machos generan el polen, en realidad no se buscan para cultivar, ya que lo que importa en este caso es tener plantas que generen cogollos y esto solo pueden hacerlo las hembras, como ya hemos expuesto. Siempre que detectemos un macho en un cultivo de varias plantas, y que nuestro objetivo sea obtener hierba para fumar, deberemos eliminarlo. Si queremos mantenerlo tendremos que separarlo para evitar la polinización que echaría a perder nuestra cosecha.
Con respecto al hermafroditismo que puede presentarse en algunas plantas, y es cuando las plantas presentan signos masculinos y femeninos a la vez, cabe destacar que este se puede producir por motivos naturales o porque se trasforman debido la incidencia de factores ambientales que generan estrés en los cultivos, como los cambios drásticos de temperatura, de cantidad o intensidad de luz, así como de exceso en el uso de pesticidas o fungicidas. Un dato que cabe destacar es que, en las plantas de cannabis, el hermafroditismo ocurre tanto en las hembras como en los machos y, cuando esto sucede, es un síntoma de alerta para los cultivadores, quienes deben revisar las condiciones de sus plantas para eliminar el factor de estrés. Si, por alguna razón, un cultivador llega a tener plantas hermafroditas, lo más común es eliminarlas ya que, aunque también van a dar cogollos, no compensa arriesgarse porque al producir polen este podría entrar en contacto con los cogollos y, si esto ocurre, dejarán de desarrollarse para dar paso a una etapa de floración y producción de semillas, un proceso que, si bien no está mal, no es el objetivo principal habitual de quien cultiva plantas de cannabis.
Una vez entendido esto vamos a exponer cuál es la manera más fácil de conocer la diferencia entre una planta de maría macho y una hembra, todo lo que tienes que hacer es fijarte en el desarrollo de tu planta tras su período de floración. Las plantas hembra van a mostrar un pistilo blanco de aspecto peludo en el lugar en el que luego crecerán los cogollos. En cambio, las plantas de cannabis macho van a generar una especie de racimo amarillo compuesto por esferas o bolitas de polen.
¿Por qué no se fuma la planta macho de marihuana?
Puesto que ya puedes distinguir una planta de marihuana macho de una hembra, si te has dado cuentade que la tuya es macho, recuerda que no tiene sentido que te la fumes. La razón es que su TCH es muy bajo como consecuencia de una reducida producción de resina. Sin embargo, esto no significa que debas tirarla, sino todo lo contrario, puedes aprovecharla para hacer productos canábicos como infusiones, cremas relajantes, aceites o mantequillas, entre otras opciones. Elige la que más te convenga y disfruta de sus beneficios.
Tener en cuenta
Ahora que ya sabes cómo distinguir una planta de marihuana macho de una hembra, ten en cuenta que, independientemente de su género, las plantas de cannabis requieren de ciertos cuidados para que puedan llevarse a cabo de manera óptima y así brindar una producción abundante y de calidad
Al momento de germinar las semillas, existen varios métodos que se pueden poner en práctica, como los Jiffys, la germinación en lana de roca, con servilletas húmedas, con vaso de agua o directamente en la tierra y conocer los diferentes métodos de germinación de semillas de marihuana es decisivo para poder aplicar aquel que más se adapta a las necesidades de cada cual.
Una vez que la semilla ha germinado, hay que saber cómo regar la planta de marihuana y considerar factores como el momento adecuado para el riego, el nivel de PH del agua, la electro conductividad (EC) o el tipo de agua que se va a utilizar. Aunque esto puede parecer complejo al principio, una vez que se dominan estos aspectos todo fluye con bastante naturalidad.